Una misión que se termina en Viña pero continúa por donde estén...

Esta semana despedimos de la misión a la Hermana y al Elder Bowen.
Su consagración y amor por Chile hizo que no les fuera fácil decir adiós. Cuando ellos planificaron cumplir con una misión, habían pensado en año y medio, sin embargo por su felicidad de servir la extendieron a dos años... y así y todo si por ellos fuera seguirían acá!
Cuánto amor y ayuda que dieron, les deseamos lo mejor para ahora volver con su familia y para continuar gozando de todos los planes que tienen!!